No hay que montar ni amasar, simplemente preparar un batido cremoso y añadirlo en un molde con un montón de fruta fresca. Un ratito de horno y ¡voila! conseguimos uno de los postres franceses más clásicos y deliciosos.
• Huevo 4
• Azúcar 75 g
• Nata líquida 330 ml
• Extracto de vainilla , 1 cucharadita
• Harina de repostería 35 g
• Frutos rojos variados 300 g
• Mantequilla para engrasar el molde 5 g
• Azúcar glas al gusto